Redefiniendo las recompensas: impulsando el bienestar emocional sin indulgencias alimentarias.
- Patricia Maris
- 19 dic 2023
- 2 Min. de lectura
Enfoque: Bienestar Emocional
Artículo #3 de 10

Como seres humanos, tenemos una inclinación natural a buscar recompensas. Es un mecanismo de supervivencia fundamental que nos ayuda a aprender y adaptarnos. Sin embargo, este instinto a veces puede llevarnos por mal camino en nuestro mundo contemporáneo, particularmente en lo que respecta al Bienestar emocional y el autocuidado. Recompensarnos con comida o alcohol, especialmente después de un día estresante, puede crear hábitos poco saludables que afecten nuestra salud y bienestar general. Entonces, profundicemos en la psicología de la autorrecompensa y cómo hacerlo bien.
La psicología de la autorrecompensa por el bienestar de la salud mental
La autorrecompensa es una potente herramienta para la motivación y el cambio de comportamiento. Según una investigación de la Universidad de Toronto, recompensarnos a nosotros mismos puede aumentar nuestra motivación intrínseca, haciéndonos más propensos a cumplir nuestros objetivos de bienestar. Sin embargo, el tipo de recompensa sí importa.
La comida, especialmente las golosinas, se utiliza a menudo como recompensa. Esta práctica se remonta a nuestra infancia. Los padres frecuentemente apaciguan las emociones negativas de sus hijos con dulces, enseñándoles a asociar la comida con el consuelo y la felicidad. Este condicionamiento temprano puede conducir a hábitos alimentarios emocionales más adelante en la vida.

Los peligros de las recompensas alimentarias
Si bien disfrutar de tu comida o postre favorito puede resultar satisfactorio en este momento, utilizar la comida como sistema de recompensa principal puede tener varias consecuencias negativas:
Aumento de peso: las golosinas altas en calorías pueden provocar un aumento de peso si se consumen con frecuencia.
Alimentación emocional: utilizar los alimentos para afrontar el estrés puede llevar a una alimentación emocional, un ciclo en el que comemos para sentirnos mejor, nos sentimos culpables por comer en exceso y luego volvemos a comer para afrontar la culpa.
Relación poco saludable con la comida: Asociar la comida con una recompensa o un castigo puede distorsionar nuestra relación con la comida, derivando en hábitos alimentarios desordenados.

Redefiniendo la recompensa
Para promover el Bienestar emocional, debemos repensar nuestro sistema de recompensa. Aquí hay algunas formas más saludables de recompensarse:
Prácticas de autocuidado: Regálate un baño relajante, un buen libro o una clase de yoga.
Crecimiento Personal: Invierte en un curso o taller que te interese.
Actividad física: participa en actividades divertidas como bailar o caminar.
Conexiones sociales: pasa tiempo de calidad con tus seres queridos.
Actividades creativas: disfruta de un pasatiempo creativo, como pintar o hacer jardinería.
Conclusión
Las recompensas pueden ser una herramienta poderosa para la motivación y el cambio de comportamiento. Sin embargo, es fundamental elegir recompensas que promuevan el bienestar emocional en lugar de socavarlo. Al redefinir nuestro sistema de recompensas, podemos fomentar hábitos más saludables y crear una relación más equilibrada con la comida. Este concepto de 'Redefinir las recompensas que impulsan el bienestar emocional' es una parte integral de nuestro enfoque hacia el bienestar holístico.
Estén atentos a la siguiente parte de nuestra Serie Dominio del bienestar , donde profundizaremos en estrategias prácticas para cultivar un sistema de recompensas más saludables, mejorando aún más tu viaje hacia el bienestar emocional.
Palabras clave: Telesalud, Concientización sobre la salud mental, Atención personalizada, Apps de bienestar, Alimentación consciente, e7Doctores.
Footnotes:
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